Una de las formas de generar electricidad en nuestra casa es a partir de los paneles fotovoltaicos. Es importante obtener energía eléctrica por este medio porque la energía solar es renovable y no contamina.
La conversión fotovoltaica consiste en la transformación directa de la energía solar en energía eléctrica mediante una fotocélula solar. La fotocélula es una pequeña lámina de material semiconductor compuesto principalmente por silicio. Cada panel está formado por cientos de células y genera un máximo de 60 watts por hora (por 4 paneles con los que contamos son 240 watts por hora), se considera una producción diaria promedio es de 1200 watts; se genera una corriente de 3.55 A y una tensión de 16.9 V.
Los paneles deben estar siempre orientados al Norte geográfico.
La corriente eléctrica que se obtiene es CONTINUA (la de las casas es ALTERNA), de manera que se necesita un inversor para transformar la corriente continua de 12 voltios de la batería (en la que se acumula) en corriente alterna de 220 V.
La función de la batería es la de acumular la energía que se produce durante las horas de luz para poder ser utilizadas durante la noche.
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